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Algunos retos frente al desarrollo de los Procesos Participativos suelen ser, entre otros: la gestión de expectativas de los participantes, el dominio del tema a discutir por parte del moderador, el perfilamiento de los expertos y el manejo del tiempo. Para tener un desarrollo exitoso, se debe identificar claramente el objetivo y pregunta a responder, la información clave a desarrollar, contar con facilitadores capacitados e incentivos que gestionen adecuadamente la dinámica y participación activa del grupo, identificar las salidas de interés para gestionar la información, y como aspecto clave, garantizar la confidencialidad de la información y de los actores que participan.

Los Procesos Participativos son de suma importancia ya que permiten resolver problemas o inquietudes que no necesariamente se alcanzan a responder con la evidencia disponible y que requieren de la validación de expertos clínicos, temáticos o actores, fundamentada en su experiencia y conocimiento. Igualmente, permite identificar alternativas para conocer el entorno sanitario, generar recomendaciones clínicas y para dar soporte a prácticas con evidencia científica limitada

Existen diferentes metodologías a la hora de desarrollar un proceso participativo; entre las más usadas, podemos encontrar: Panel Delphi Modificado, Advisory Board y Consensos. Dependiendo del alcance y tipo de proceso participativo, varían algunos aspectos en su desarrollo, como: las necesidades de información a tratar, el número de expertos, los objetivos y el tiempo de ejecución.

Los procesos participativos son escenarios donde diferentes actores (expertos clínicos, pacientes, expertos administrativos y académicos) pueden manifestar sus opiniones para dirimir problemas específicos y resolver necesidades de información con el fin de aportar legitimidad a la toma de decisiones en salud.